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SOSTENIBILIDAD Y PROSUMISIÓN
Bioecon nos invita a redefinir el código relacional al requerir que el usuario participe como prosumidor; entonces ya no hay roles separados, el dar y el recibir no son actitudes escindidas, desconectadas. Porque un prosumidor es alguien que provee al mismo entorno en que consume.
Se redefine así también el concepto de sostenibilidad, vinculado ahora al poder reconocer hasta qué punto se es sostenido por otros a la vez se es capaz de sostener a otros. Así, la práctica regular de Bioecon da lugar a un tipo de conciencia económico-afectiva, con su correspondencia en la acción.
El cuento “Sopa de piedra” ilustra esta idea. Y la piedra finalmente equivale al sistema de puntos en Bioecon.
Un peregrino agotado y hambriento llegó a un pueblo en que sus habitantes, a su vez, pasaban por un período de hambruna. Por esta razón es que en todos los lados donde pedía comida se la negaban. Entonces se le ocurrió una idea: dijo tener una piedra mágica con la que podía hacer la sopa más rica del mundo para todos. Llenó una olla con agua, tiró una piedra dentro, y la puso al fuego en la plaza del pueblo. La gente, curiosa, se fue acercando.
El peregrino probó el agua y dijo que era exquisita, pero que estaría mucho mejor si alguna vecina aportaba dos docenas de choclos. Y muchísimo mejor si alguien ponía cebollas, y otro agregaba zapallo. Así, el peregrino logró que todos los vecinos pusieran algo hasta que salió una sopa extraordinaria, no por la piedra, por supuesto, sino por los ingredientes que aportó cada uno. Todos comieron y el peregrino siguió su camino, no sin antes regalarles la piedra que había quedado en el fondo de la olla.